La clave está en el AVE

encaje_bolillosJordi Évole y el equipo de Salvados nos llegaron a muchos hasta la médula con #elmilagrodeconciliar de ayer. Sobre este tema se han escrito ríos de tinta china (y creo que me los he leído todos), pero a pesar de ello tengo que decir que el programa me aportó un par de conceptos nuevos que me han dado bastante que pensar.

Una primera idea es el mirar más allá de la baja maternal o paternal@lalli comentaba sobre el post al respecto de mi querida @mobis recordando que los hijos son para toda la vida… ¡cuánta razón! A veces parece que queremos reducirlo todo a una competición de bajas por maternidad, pero esto va mucho más allá de si el permiso dura 16, 24 o 57 semanas después del parto.

Conciliar la paternidad con la vida laboral consiste en poder ir a tutoría, estar en la jornada de puertas abiertas de natación, ayudar con las restas con llevada o poder ser tú quien limpie el desastre que tu hijo ha armado con el enésimo virus estomacal que ha pillado (podéis consultar detalles prácticos de esto último con @pablomolinero…).

La idea de los días VAB para cuidado de hijos enfermos o de un número amplio de semanas de permiso por maternidad que uno puede distribuir hasta que el niño cumpla 8 años me parecieron dos grandes soluciones. Todo es cuestión de apostar por la flexibilidad y ser creativos a la hora de buscar soluciones.

«Ya, ¿y todo esto cómo se paga?», estaréis pensando, igual que yo. Évole lo preguntó varias ocasiones a lo largo del programa y hay un momento estelar en el que el padre le cuenta que el Estado en Suecia recibe muchos ingresos de los impuestos y tiene «menos fugas». «Por fugas te refieres a corrupción», dice el presentador. «Bueno, corrupción también, y AVE», contesta el padre. ¡¡Aleluya, alguien le pone el cascabel al gato!!

Los que me conocen saben que llevo varios años con el AVE entre ceja y ceja, no porque le tenga yo manía a la alta velocidad, que mola un puñao, sino porque lo veo como el ejemplo sangrante del colosal despilfarro de nuestro dinero público. Se nos llena la boca diciendo que somos líderes mundiales en alta velocidad, los medios de comunicación hacen la ola cuando el AVE llega a Villaconejos del Fresno de Donde el Viento da la Vuelta y los votantes van en masa a las urnas cada vez que el politicucho de turno promete llevarles el tren de marras a su ciudad. Pues disfruten lo votado, señores.

Mientras vivamos en un país que sigue pensando que el dinero público no es de nadie (Carmen Calvo dixit), seguiremos gastándolo en AVEs, aeropuertos y radiales que nadie usa, ciudades de la incultura y cuanta majadería se les ocurra al gestor de turno. Como si nos sobrara el dinero.

Si tengo que elegir, yo, como el padre del reportaje, preferiría ir a trabajar en un tranvía un poco más viejo (o tardar un poquito más a la playa cuando me vaya de puente), pero vivir en un sistema con 16 meses de permiso de paternidad, guarderías públicas de calidad y todo tipo de facilidades para criar a mis hijos.

«Follow the money trail / Sigue la pista del dinero», decía Garganta Profunda en Todos los hombres del presidente. Quizá si empezamos por ahí, algún día podremos pasar de las palabras a los hechos.

 

Posdata: Todavía no comprendo cómo se dejaron a @malasmadres fuera del programa…

Posdata 2: Para el que tenga dudas, la foto es de un encaje de bolillos.

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